La reforma de estas cuatro viviendas es el ejemplo perfecto para ilustrar que lo simple es muchas veces lo más complejo. El proyecto nace en busca de la delicadeza de la estructura de madera, la textura del ladrillo visto y el encanto de las bovedillas.

Las reducidas medidas del espacio implican un ingenioso estudio para encajar todas las piezas del puzzle. Lejos de conseguir atmósferas apretadas, el resultado son espacios singulares que detienen todas las miradas. El proyecto se conduce hacia un diseño sostenible, comprometido y sorprendente.

Las salas principales aparecen como ambientes agradables, acogedores y con gran sensibilidad arquitectónica. La ligereza de los materiales elegidos y la entrada de luz natural favorecen la sensación de amplitud, cercanía y suavidad. El cuidado con el que se conserva la estructura tradicional y las escaleras que surgen como obras de arte sugieren espacios puros y con gran sutileza arquitectónica.

Estas elegantes y creativas escaleras suben a un pequeño altillo con dormitorios. Las estructuras, los peldaños y las barandillas se presentan con colores vivos, geometrías atrevidas y materiales con fuerza y personalidad. Y, como último detalle, las lámparas asoman como elegantes figuras que iluminan suavemente el espacio. Estos diseños tan innovadores despiertan intriga, admiración y curiosidad.