La oficina, situada en el Ensanche de Valencia, se deja llevar por los secretos mejor guardados de esta zona. Los techos altos, el encanto de la carpintería de madera y la luz natural que difumina los espacios son los elementos más presentes para empezar a diseñar.
Este ambiente de trabajo debe ser un espacio diferente, un espacio que despierte sensaciones. Se busca esa emoción creativa donde el ingenio y la innovación alcancen esa pincelada de personalidad.
Nada más entrar, el falso techo de madera produce un efecto sorpresa. Tiene una forma orgánica que envuelve el espacio de conexión como una piel cálida y acogedora. Este entramado de madera es la primera impresión del espacio y es la imagen que caracteriza esta oficina.
El final del corredor es una sala con agradables perfiles de madera que expande sus límites hacia una terraza y la luz natural. La oficina tiene una sensibilidad creativa que no olvida la funcionalidad, la naturalidad y la eficacia de todos los ambientes.
El diseño del office permite las pequeñas reuniones del día a día y facilita la convivencia. Es un elemento funcional que ordena los servicios comunes de una manera fácil, cómoda y sencilla. Se deja el ladrillo visto como un gesto hacia los orígenes auténticos del edificio, en contraste con el gris del hormigón utilizado en la cocina.
Los materiales elegidos como el suelo de madera, el blanco en las paredes y los vidrios interiores crean una sensación de amplitud, flexibilidad y ligereza. El recorrido por los diferentes ambientes busca la suavidad de los materiales.